Protección contra la corrosión de tuberías
Todos sabemos que proteger la tubería contra la corrosión es una parte esencial de un conjunto de medidas técnicas para crear las condiciones para su operación a largo plazo. Al mismo tiempo, es necesario comprender claramente que no solo los diseñadores y constructores de redes, sino también sus usuarios finales, es decir, cada uno de nosotros debe participar activamente en la creación de dicha protección.
En el caso más general, la destrucción de las estructuras metálicas durante la operación se debe a reacciones electroquímicas que ocurren cuando interactúan con un ambiente húmedo. Al mismo tiempo, la velocidad de oxidación de las tuberías de metal está determinada en gran medida por la composición química del líquido, y también depende de las características del suelo en el lugar de su instalación.

Es por eso que la elección de uno u otro método para combatir la corrosión debe tener en cuenta las condiciones específicas en las que tienen lugar los procesos destructivos. El complejo de medidas de protección para combatirlas puede incluir las siguientes actividades:
- uso para la disposición de tuberías de materiales que son ligeramente susceptibles a daños por corrosión (acero inoxidable o cobre, por ejemplo);
- Tratamiento químico especial del fluido en las autopistas, que permite corregir sus propiedades anticorrosivas.
- uso combinado de métodos activos y pasivos de protección de tuberías contra la corrosión, incluido su tratamiento electroquímico.
Si el uso de materiales resistentes a la corrosión para la organización de sistemas de tuberías es más o menos claro, la implementación de los dos últimos métodos de protección requiere explicaciones especiales.
Tratamiento químico del agua
Se sabe que el agua que circula a través de la tubería contiene en su composición impurezas activas, lo que le confiere cierta agresividad química. Dicha agresividad puede asociarse con el contenido de compuestos de cloro en ella, así como con las impurezas de carbonato activo (bicarbonato).
La principal tarea del tratamiento químico del agua es cambiar su estructura transformando un medio agresivo y resistente en una forma más suave (en el llamado líquido débilmente calcificado). El índice de rigidez reducido del vehículo asegura la formación de pequeños depósitos de sal de calcio [Ca (OH) 2] o soda (NaOH) en las superficies internas de las tuberías, creando un revestimiento artificial que protege al metal de posibles efectos corrosivos.

Además, la adición de sustancias inhibidoras especiales al transportador de agua puede ralentizar dramáticamente el proceso de corrosión, reduciendo su nivel de local a secundario (local).
En las secciones de la tubería subterránea, que aseguran la distribución del transportador de agua en varios puntos de la toma de agua, el método más efectivo de protección contra la corrosión es la introducción de aditivos especiales "secuestrantes", los llamados polifosfatos. En tuberías de acero galvanizado, por ejemplo, la adición de polifosfatos (fosfatos o silicatos) también conduce a la formación de una película protectora delgada en la superficie interna de las tuberías, protegiendo el metal de la corrosión.
Sugerencia El uso de dichos reactivos en la red de agua potable con agua potable solo está permitido si se cumplen los requisitos de las normas sanitarias y epidemiológicas actuales.
Métodos activos y pasivos de protección de la tubería de material.
En primer lugar, observamos que los métodos conocidos de protección de estructuras metálicas subterráneas contra daños por corrosión pueden dividirse en pasivo y activo. El primero de ellos implica la aplicación a la superficie exterior de tuberías de recubrimientos protectores especiales preparados sobre la base de productos de procesamiento bien conocidos, como la brea de alquitrán de hulla o el betún. En algunos casos, se utilizan resinas de polímero o epoxi para preparar tales recubrimientos.

Dado que el método pasivo no siempre logra garantizar una protección completa de la tubería, al mismo tiempo utiliza la llamada protección activa contra la corrosión basada en el efecto de la polarización de los cátodos de los metales por su tratamiento electroquímico. Dicho enfoque puede implementarse de dos maneras diferentes, una de las cuales, la electrodeposición, conduce a la formación de una película delgada de metal resistente a la corrosión (zinc, por ejemplo) en las superficies internas y externas de las tuberías.
El segundo de estos métodos (a veces también se denomina eléctrico) sugiere una protección confiable de las tuberías contra la corrosión debido al uso del efecto de las corrientes inducidas por la desviación. Para implementar esta técnica, necesitará una fuente de CC adecuada, hecha en forma de un módulo de fuente de alimentación, que incluye un transformador de red y un rectificador.

Al organizar un método de protección eléctrica, el polo positivo del módulo de fuente de alimentación se conecta a un difusor de ánodo especial, que es un bus de grafito o metal conectado a tierra, y uno negativo: a la tubería que está protegiendo. Al mismo tiempo, la corriente disipada por el dispositivo de conexión a tierra forma un campo eléctrico artificial alrededor de la tubería, lo que reduce significativamente el potencial de la estructura metálica y proporciona el efecto protector necesario.
La magnitud de la corriente de protección en el circuito eléctrico está determinada en última instancia por los parámetros de la tubería en sí (sus dimensiones y características de aislamiento), así como el nivel de agresividad del suelo en el sitio de la tubería.
Sugerencia Antes de un tratamiento anticorrosivo complejo de metales, es necesario limpiar completamente la superficie de la tubería de todas las capas extrañas (residuos de pintura, manchas de grasa o aceite, así como polvo y óxido).
En cuanto a la técnica de aplicar la protección pasiva, no es muy diferente de los métodos tradicionales de pintar superficies metálicas con un cepillo suave o una pistola rociadora.
El video
Este video trata sobre la protección de la tubería contra la corrosión electroquímica.